La inclusión en juego: mujeres trans, fuera del atletismo
Atletismo
La inclusión en juego: mujeres trans, fuera del atletismo
World Athletics implementará pruebas genéticas en el Mundial de Tokio y limitará la participación de atletas en competiciones de atletismo femenino. La medida encendió la polémica por su impacto en la inclusión y los derechos humanos.
La federación internacional de atletismo, World Athletics, dio a conocer una medida que sacudió al mundo deportivo: a partir del próximo Mundial en Tokio, se implementarán pruebas genéticas a todas las atletas mujeres que deseen competir. Las pruebas buscarán identificar características biológicas que, según la organización, podrían generar una ventaja competitiva en ciertas disciplinas.
La medida generó un gran debate sobre la inclusión en el deporte. Activistas y organizaciones defensoras de los derechos humanos se alzaron en contra de lo que consideran una discriminación hacia las mujeres transgénero y a las atletas con condiciones naturales, como el hiperandrogenismo, que presentan diferencias biológicas sin haber realizado ningún cambio voluntario en su cuerpo.
Muchas de las críticas apuntan a que la medida pasa por alto que las mujeres transgénero, al igual que las mujeres cisgénero, producen diferentes niveles de testosterona, lo que influye en su rendimiento deportivo. La diferencia en la producción hormonal es una de las razones detrás de la implementación de estas pruebas genéticas, que buscan crear una categoría que, según la federación, sea justa para todas las competidoras.
Entre las atletas que podrían verse afectadas se encuentra la sudafricana Caster Semenya, quien ya ha enfrentado luchas legales debido a regulaciones sobre sus características biológicas. Semenya, ganadora de múltiples títulos mundiales y olímpicos en 800 metros, se ha mantenido firme en su defensa de la participación sin tener que modificar su perfil biológico.
El reglamento aprobado por World Athletics establece que las atletas que no puedan cumplir con los requisitos genéticos establecidos para competir en la categoría femenina no podrán participar en competiciones internacionales. La medida afecta especialmente a las pruebas de medio fondo, como los 800 metros, en las que se considera que las diferencias biológicas podrían ofrecer una ventaja.
Las federaciones nacionales están evaluando si adoptarán o desafiarán las nuevas reglas. El Mundial de Tokio se perfila como el epicentro de una controversia más allá del deporte. Las discusiones sobre la equidad, la identidad y los derechos humanos han trascendido el ámbito de la pista, enfrentando a las federaciones deportivas con el debate social sobre el acceso y la inclusión en el deporte profesional.